
Termine ayer de ver
Death Note, una exitosa serie japonesa en manga/anime de 37 capítulos, hacía tiempo que no sentía esa adrenalina recorriendo cada centímetro de mi cuerpo. Lo vale muchachos, lo re vale, la recomiendo.
Trata de un estudiante prodigio, el mejor alumno siempre, fachero, popular entre las mujeres, nacido en el seno de una familia acogedora y feliz, todo lo que se pudiese categorizar de “bueno”, este sujeto lo tenía.
Pero no era feliz, su vida le aburría, hasta que se encontró un “Death Note”, cuaderno en el que al escribir el nombre de una persona, esta moría. Cuando se dio cuenta del poder que tenía, decidió usarlo para hacer justicia. Eliminando a todos los criminales que la policía no podía atrapar, que pasaban por cárceles “puerta giratoria”, o que simplemente (a su juicio) no merecian seguir viviendo.
Así fue que de repente en todo el mundo cientos de criminales morían a diario. La gente empieza a notarlo, y la policía empieza a gestar una investigación detrás de estas muertes. Un detective genio comienza a seguirle la pista. Y así se desarrolla la historia.
¿A que quiero llegar? Al paralogismo en el que cae el protagonista. Pensar que eliminado personas, se construye un mundo mejor. Jamás.
Las personas no nacen “
malas”. Ningún chico nace siendo un criminal. Es la sociedad, las estructuras de poder/opresión, la cultura forjada en (des)valores enfermos, todo el entorno, es lo que define, o más bien construye, a la persona.
Como desarrollaba el Ingenierillo en
este articulo para
Se Vos Zine: Somos un espejo de la sociedad, reflejamos fielmente a nuestro entorno.
¿En donde radica el cambio a una sociedad mejor, a un mundo más justo? En transformar lo que nos rodea, cambiar la sociedad, demoler la estructura basura y reconstruir una nueva, abandonar la cultura cimentada en perdición, rediseñar nuestras vidas.
¿Quiénes están libres de este veneno social? Los niños. La estructura no tuvo el tiempo suficiente para poder deformar lo que son. No tuvo tiempo para llenarlos de prejuicios, de estructuras mentales nefastas, de costumbres podridas.
Como dijo
Charles Manson (si, el
loco que mato a la mujer de Polansky y lideraba la secta
La Familia), el día del juicio: "
Mi padre es una prisión, mi madre un sistema, soy lo que ustedes me hicieron. Los miro y me digo: ustedes quieren matarme y yo ya estoy muerto. Toda mi vida estuve muerto"